Lo ha hecho tras conseguir la mayoría absoluta de los votos de los diputados del Congreso. Arranca así una legislatura en la que Sánchez, como ya han reiterado sus socios independentistas catalanes, verá su gestión continuamente fiscalizada por sus propios socios.
"Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras", ha expresado Sánchez con la mano derecha puesta sobre un ejemplar de la Constitución.
La promesa ha tenido lugar un día después de ser reelegido, tras conseguir en el Congreso el respaldo de 179 diputados, mayoría absoluta.
Para ser investido, Sánchez recibió el apoyo del 51% del Congreso: los 121 diputados del PSOE, los 31 de Sumar, los siete de ERC, los siete de Junts, los seis de Bildu, los cinco del PNV, el del BNG y la de Coalición Canaria. En contra votaron los otros 171 diputados del Congreso, que son los 137 del PP, los 33 de Vox y el de UPN.
También esta vez el líder del PSOE ha prometido el cargo sin presencia de símbolos religiosos. Con la llegada de Felipe VI a la Jefatura del Estado, la Casa Real cambió el protocolo y fue el propio Sánchez el primero en estrenarlo en 2018.
En el acto solemne de promesa ha ejercido la titular del Ministerio de Justicia, Pilar Llop, como notaria mayor del Reino y han participado también otras autoridades como el presiente del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte; el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente.