Según se desprende de la cartera de pedidos actual, la industria continúa invirtiendo en nuevos buques. Así, está prevista la construcción de 44 barcos en los próximos cinco años, lo que supone una inversión de 62.000 millones de dólares desde 2019. De estas embarcaciones, 25 estarán propulsadas por gas natural licuado (GNL) y siete
utilizarán metanol o podrán utilizarlo; una inversión en nuevas tecnologías que acelerarán la transición hacia un futuro con combustibles bajos o cero en carbono.
Algunos de los ejemplos citados incluyen los proyectos piloto y ensayos con nuevos combustibles que se están realizando en estos momentos. Además, un número creciente de los barcos que ya están operando o que debutarán en los próximos cinco años utilizarán combustibles alternativos o podrán incorporar combustibles cero en carbono en el momento en el que estén disponibles.
Igualmente, el informe Prácticas y tecnologías ambientales 2023 pone en relieve otras inversiones que las navieras están realizando para reducir las emisiones tanto cuando los buques están atracados como navegando, entre las que se incluye la apuesta por la conexión a la red eléctrica a tierra. Esta facilita el apagado de los motores cuando los barcos están amarrados, reduciendo significativamente las emisiones.
Cada vez más navieras están ampliando el espectro de fuentes de energía utilizadas gracias a la incorporación de motores que pueden funcionar con varios combustibles y a la realización de pruebas con pilas de combustible; con tecnología eólica (incluyendo velas); con soluciones fotovoltaicas y baterías para ahorrar energía. El 60 % de la flota de CLIA (171 buques) está equipada con sistemas que permiten monitorear la eficiencia energética, cifra que seguirá incrementándose.
Además, las navieras buscan disponer de flexibilidad en materia de combustibles, por lo que están invirtiendo en sistemas de propulsión que puedan ser compatibles con diferentes soluciones. En esta línea, se están ejecutando 32 proyectos de colaboración con compañías productoras de combustibles y con fabricantes de motores.
La presidenta & CEO de CLIA, Kelly Craighead, asegura: “Las navieras continúan la transformación de su moderna flota para proteger los océanos, el aire y los destinos que miles de pasajeros disfrutan cada año. Nuestros datos muestran un cambio sustancial en la adopción de nuevas tecnologías medioambientales por parte de las navieras”.
En este sentido, Craighead, apunta: “Hoy se están construyendo los barcos del futuro; estos utilizarán tecnologías nuevas y más sostenibles. La introducción de estas tecnologías y los numerosos proyectos piloto y pruebas que se están llevando a cabo demuestran que estamos ante una industria innovadora y pionera en la adopción de tecnologías que nos ayuden a navegar hacia un futuro más sostenible”.
Nuevos combustibles
La disponibilidad de combustibles marítimos sostenibles continúa siendo esencial de cara a que la industria alcance sus objetivos de descarbonización y subraya la necesidad de que los gobiernos apoyen la investigación para acelerar su desarrollo de manera que sean seguros, viables y estén disponibles para su uso.
El presidente de CLIA, Pierfrancesco Vago, señala: “Alcanzar los objetivos colectivos de sostenibilidad requiere una inversión significativa por parte de los sectores público y privado. La industria de cruceros – como parte del sector marítimo – asume su responsabilidad y ya está construyendo su futuro”. “Necesitamos que también los gobiernos apoyen la investigación en esta materia y que establezcan un marco regulatorio claro y estable; de esta forma los proveedores de combustibles y otros actores podrán realizar los desarrollos que se necesitan”, concluye.
Los datos de CLIA reflejan que las navieras continúan haciendo su trabajo para reducir las emisiones.
Conclusiones del informe
A continuación, se presentan algunos de los avances dados por la industria:
Conexión a la red eléctrica: permite que los barcos puedan apagar sus motores cuando estos están atracados, reduciendo las emisiones -dependiendo de la fuente de energía- en hasta en un 98 %, según los estudios desarrollados por varios puertos y la U.S. Environmental Protection Agency.
Sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales: como parte de su enfoque global en materia de sostenibilidad, las navieras se han comprometido a no verter aguas residuales sin tratar en ninguna parte del mundo durante sus operaciones.
Combustibles renovables y fuentes de energía alternativas: varias navieras están realizando pruebas, utilizando e incorporando en sus barcos nuevas tecnologías destinadas a utilizar combustibles renovables, incluyendo biocombustibles y carburantes sintéticos.
El Gas Natural Licuado (GNL): mientas la industria avanza en la transición hacia un futuro más sostenible, varias navieras utilizan GNL. En un futuro, estos buques solo requerirán unas pequeñas modificaciones (o ninguna) para que poder utilizar bio-GNL o sintético.