10 euros ya el litro. Un aumento de precio del 15% solamente en un mes. ¡Y atención! Del 219% solo en un año en el virgen extra. En solo doce meses ha doblado dos veces su precio. Efectivamente, estamos hablando del aceite de oliva.
Un producto básico de la dieta mediterránea, de nuestra gastronomía y de las tradiciones más arraigadas de nuestra comunidad que se está convirtiendo en un producto ‘delicatessen’ solamente al alcance de unos pocos. Todo ello ante la pasividad del Gobierno de España y de la Unión Europea.
Pero no es sólo el aceite de oliva el que no deja de encarecerse. También lo están haciendo las energías. Este viernes estamos pagando la electricidad un 10 por ciento más cara que ayer. De nuevo, el megavatio/hora está por encima de los 100 euros de media. Pero es que en la hora punta -entre las 8 y las 9 de la noche- serán ya 133 euros y 59 céntimos, con lo que regresamos a precios que no se veían desde antes del verano.
Eso sí, aún estamos por debajo de las puntas máximas de 2022, momento en el que el precio medio de la electricidad se situó en los 144 euros el megavatio/hora.
Pero no tan solo los alimentos, con el aceite de oliva encabezando la subida, y la electricidad se están encareciendo. Las gasolinas les siguen muy de cerca. Llevan ya once semanas al alza.
Las diferencias de precio entre las estaciones de servicios de Baleares pueden llegar a ser de más de diez céntimos el litro entre una y otra, pero es que todas ellas son más caras que la media del resto de España. Es otro efecto negativo de la insularidad.
En estos momentos, además, pagamos los combustibles más caros del año y llenar el depósito está a punto de costarnos cien euros. Una cifra récord que no padecíamos desde la invasión de Rusia a Ucrania.
Y ante este escenario en el que todo sube, ¿Cómo afrontan los ciudadanos estos aumentos? Muchos reconocen que hacen auténticos malabares para poder llegar a fin de mes.
