Una reforma fiscal que Marga Prohens, a través del más que previsible nuevo vicepresidente y conseller de Hacienda y Presupuestos, Toni Costa, pretende llevar a cabo durante este mismo mes de julio. Una reducción en la recaudación pública que los expertos ven factible en estos momentos.
"Sí, es factible. Si lo medimos cuantitativamente puede significar algo más de cien millones de euros. Estamos hablando de un uno o un dos por ciento del gasto total de la Administarición autonómica. No supone un quebranto excesivo sobre las finanzas y, seguramente, sabiendo que muchas partidas a final de año se dejan de ejecutar, tampoco va a suponer un gasto excesivo", ha apuntado Antoni Alcover, profesor de Economía Aplicada en la UIB.
Una reducción de impuestos que según los partidos de la izquierda podría suponer tanto una pérdida de calidad como la misma eliminación de algunos de los servicios y ayudas sociales que se prestan actualmente.
En opinión del propio Alcover, "si se realizan una serie de mejoras en la administración y gestión de los recursos, además de la desaparición de algunas partidas, que no afectarán al gasto social sino, por ejemplo, al mantenimiento de determinadas entidades sociales destinadas a la promoción de la lengua, seguramente habrá pocos efectos sobre el gasto social. Incluso puede haber a largo plazo, si hay una reactivación económica y una simplificación burocrática en la Administración, mayores ingresos y permitir aumentar el gasto social".
Una reforma fiscal que sí que podría llegar a beneficiar al 80 por ciento de la población, sobre todo en cuanto a la reducción del IRPF se refiere. Una reducción que tardará todavía unos meses, una vez aprobados los Presupuestos Generales de la Comunidad, para que se deje notar en el bolsillo de los contribuyentes.
"¿Cuándo lo notaremos? Lo notaremos a partir de enero, cuando seguramente ya se habrá rebajado la parte autonómica del IRPF y veremos que en la nómina nos retendrán menos dinero de lo que hacen actualmente. Además, como esa rebaja de impuestos afectará a aquellas personas que ganen menos de 40.000 euros al año, lo va a notar prácticamente el 80% de la población del archipiélago", ha asegurado el docente universitario.
Una reforma fiscal que la futura presidenta del Govern ha asegurado que será la primera medida que pondrá en marcha nada más llegar al Consolat.