La Galería Pelaires plantea un booth organizado principalmente a partir del diálogo protagonista entre tres artistas muy representativas como son Ana Laura Aláez (Bilbao, 1964), Rebecca Horn (Michelstadt, 1944) y Jorinde Voigt (Fráncfort, 1977). Escultura, instalación y obra en papel ocupan el espacio más relevante
del stand. Horn y Aláez han protagonizado, con dos exposiciones individuales al mismo tiempo, la programación de la galería durante los meses de verano de 2022. Se proponen dos piezas emblemáticas de Rebecca Horn: Madame Bovary, de 1997 y, Zen of Circle, de 2011. Ana Laura Aláez estará representada con tres obras: Brea, Primer beso con lengua y El sonido del sexo en el vinilo (las tres de 2022), pertenecientes a la exposición La naturaleza no está de nuestra parte. Pelaires presenta por primera vez a la alemana Jorinde Voigt, con 3 piezas sobre papel que están en línea con el trabajo que lleva realizando desde
2021. Además, Voigt inaugurará su primera exposición individual en Pelaires el próximo mes de marzo.
Un segundo eje del stand lo forman las pinturas de Oliver Osborne y Gori Mora. Las obras de Gori Mora (Mallorca, 1992) fueron unas de las más fotografiadas en la pasada edición de ARCO. Su trabajo se centra en consideraciones culturales en torno al género, el empoderamiento, la sexualidad y el uso del cuerpo humano. Explora la presentación únicamente del cuerpo masculino como objeto de afecto y dispositivo de deseo a partir de una mirada queer crítica a la estética digital contemporánea.
De Oliver Osborne (Edimburgo, 1985) se presentan dos obras que son la continuación de la serie de pinturas de plantas ("Rubbert plants") en las que el artista ha estado trabajando desde hace 3 años. Esta representación de las plantas va evolucionando a medida que experimenta cómo una composición distinta puede cambiar la esencia de la pintura.
Por último, una obra del brasileño Lucas Simôes (1980) que participa con una única pieza de la serie Dormentes, hecha en acero y hormigón. El trabajo de Simôes reflexiona sobre el papel del hombre y su lugar en las grandes urbes a partir de su visión crítica del movimiento arquitectónico Brutalista, tan presente en países como Brasil.