17 meses después de su apertura, el vacunódromo de Son Dureta cierra por fuerza mayor ante el inminente inicio de las obras del nuevo centro sanitario. Por sus instalaciones han pasado cerca de 85.000 ciudadanos, llegando a inocularse más de 300.000 vacunas y como récord, se han inoculado 2.208 dosis en una sola jornada gracias al trabajo de una cincuentena de profesionales sanitarios.
Noelia Martín, Subdirectora de enfermería de Atención Primaria, ha explicado que Son Dureta es el punto de vacunación "que mayor aceptación ha tenido y que más vacunas ha puesto".
Y aunque este punto de vacunación cierre, todo aquel que desee vacunarse podrá hacerlo en el espai Francesc Quetglas en Palma, en Inca y Manacor, además de en los centros de salud de la isla.
En este sentido, la coordinadora de la campaña de vacunación en Baleares, Eugènia Carandell, ha incidido en la importancia de inocularse la segunda dosis de recuerdo, ya que las vacunas pierden efectividad con el paso de los meses.
"Hacemos un llamamiento para que la población se vacune para evitar las consecuencias", ha advertido Carandell, añadiendo que "en Baleares tan solo un 20% de los profesionales sanitarios se han puesto la segunda dosis de recuerdo, mientras que los mayores de 60 años vacunados alcanzan el 46%".
Por otro lado, en referencia a la situación epidemiológica en Baleares, Carandell ha afirmado que en estos momentos es estable y buena, con 40 pacientes ingresados en planta por COVID y uno en la UCI.