Buena parte de los economistas del archipiélago han mostrado su apoyo a las medidas económicas que más benefician a las clases más vulnerables, como la bajada del IVA en los alimentos más básicos de la cesta de la compra, pero recuerdan al Ejecutivo la necesidad de dinamizar al mismo tiempo la actividad económica.
Así, el propio Monserrat lamenta el momento elegido y la falta de estructura, asegura, sobre la que se asienta este plan anticrisis. Un plan, ha dicho, elaborado más por políticos que por auténticos economistas.
Ayudas, en muchos casos, que se quedan en el limbo, como por ejemplo el Ingreso Mínimo Vital. Una buena medida, asegura el economista, a la que muchos ciudadanos no han podido acceder por el exceso de burocracia.
La evolución de la inflación y la más que previsible nueva subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, determinarán la conveniencia o no de las medidas económicas aprobadas este martes por el Gobierno.