Las floristerías de La Rambla se llenan estos días de flores, centros y ramos para depositar en las tumbas de sus seres queridos. Aunque las ventas todavía están tranquilas, los floristas esperan que las ventas sean todo un éxito. "De momento está bastante tranquilo. En estos primeros días, la gente empieza a preguntar precios", asegura la florista Valeria Furmento, mientras que Marga Sastre señala que "la gente se está animando, me ha sorprendido que las ventas se están incrementando y hay gente que ya va al cementerio para evitar el colapso". También hay quien opta por dejarlas reservadas y recogerlas el 1 de noviembre. "Hay mucha gente que lo reserva pero lo recoge el Día de Todos los Santos porque es el día que les gusta ir al cementerio", explica Sebastià Fiol.
Sobre la arraigada costumbre de comprar flores por Todos los Santos, los floristas lamentan que esta tradición se está perdiendo. "Se está perdiendo bastante, hay muy pocos jóvenes que se animen a ir al cementerio. Creo que en unos 10 años se perderá y seguirá más la campaña de Día de los Enamorados", señala Marga Sastre.
En este sentido, las floristerías de La Rambla de Palma lamentan que cada vez se compran menos crisantemos, la flor por excelencia del Día de Todos los Santos. "El crisantemo se ha perdido muchísimo, sobre todo el antiguo de bola, eso ya no se hace", ha advertido Sebastià Fiol, añadiendo que "hoy en día solo es maceta de crisantemo prácticamente o crisantemo de margarita índica que es un híbrido que se hace desde hace 30 años".
Pese a ello, las floristerías siempre tienen crisantemos en sus instalaciones. "Siempre tenemos porque hay gente que es muy tradicional, pero ahora la gente opta por ramos o centros más variados", ha remarcado Valeria Furmento.
