Una pelea entre jóvenes en las inmediaciones de la antigua sucursal acabó el miércoles por la noche con la detención de un joven de 18 años acusado de traficar con estupefacientes. Un arresto que ha servido para destapar un punto de venta de drogas en la misma calle que el Cuartel de Policía.
"Esto es como el Harlem, mucha gente dice que aquí ya no hay quien viva", ha advertido el presidente de la comunidad de vecinos, Francisco Rodríguez, remarcando que "peleas a diario, han encontrado drogas en el interior y armas blancas".
Sin embargo, los vecinos llevan meses alertando y denunciando esta situación, hartos de los ruidos y las peleas que se generan en el local de la avenida San Fernando en el que además de estupefacientes, también sirve de refugio para okupas, delincuentes y menores fugados. "Mayormente son jóvenes veinteañeros, pero también han sacado del local a menores de 15 años", ha señalado el vecino.
"Llevo sin dormir como toca más de medio año, estoy teniendo problemas de salud por dormir tres o cuatro horas diarias", ha afirmado Rodríguez, añadiendo que "es insufrible, cada día hay problemas".
De hecho, los propios vecinos han interpuesto múltiples denuncias ante distintos organismos, entre ellos la Policía Local cuyo cuartel está situado en la misma calle, a escasos metros. Pero los agentes les aseguran que poco o nada pueden hacer debido a la normativa.
"Todo esto está denunciado desde el primer momento en el que tuvimos conocimiento. De hecho, cada vez que ocurre algo, ponemos a los agentes al corriente de todo pero ellos no pueden pasar sin tener una orden de intervención, no pueden actuar más allá de lo que se les permite", ha explicado Francisco Rodríguez.
Con todo, lo que más llama la atención a los vecinos es que no se trata de unos okupas comunes, sino que en el local cuentan con aire acondicionado, una televisión de última generación con una Playstation 5 y hasta han instalado una piscina. De este modo, Francisco Rodríguez ha criticado que "todo esto es culpa de los bancos, por su abandono de los locales. Ellos son los primeros que han dejado de cuidarlos y han originado todo este problema".
Los vecinos están hartos de la conflictividad que han generado estos okupas en el barrio. Por ello, han solicitado una reunión con la regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, para tratar de encontrar una solución.