La limitación del territorio propia del Archipiélago, el constante aumento de la población y la presencia de extranjeros con segunda residencia en Baleares han convertido el acceso a una vivienda en el mayor problema con el que se topan los ciudadanos de nuestra comunidad.
La subida aprobada recientemente por el Govern del metro cuadrado de vivienda a precio tasado pretende aumentar la rentabilidad por parte de los constructores y fomentar la construcción de hasta 14.000 viviendas a precio asequible. Una medida que podría resultar positiva en primera instancia, pero que requeriría de una actualización constante para hacer frente a la tendencia inflacionista actual, tal y como reconoce Natalia Bueno, presidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) en Baleares: "si sigue esa vorágine de inflación y de subida de materiales, todo ese número tan optimista quizá no se pueda llevar a cabo".
Más allá de la vivienda de nueva construcción, los agentes inmobiliarios de Baleares también solicitan por parte de la Administración políticas fiscales que fomenten la adquisición de vivienda habitual por parte de las clases medias.
Así, la propia Bueno ha manifestado que una buena política fiscal "pasa por bajar los tipos impositivos en el impuesto de transmisiones patrimoniales. No es suficiente la bonificación que hay del 3% hasta 35 años y hasta 200.000 euros para personas que no hayan tenido ninguna otra vivienda propiedad".
Un problema que requiere de la colaboración de todos los agentes implicados en un debate que priorice el bien común respetando los parámetros básicos de la justicia.