Desde el centro de control de Baleares se ejecutan más de 54.280 maniobras anuales por telecontrol -es decir, en tiempo real y a distancia-, con la voluntad de mantener la seguridad y la calidad del suministro eléctrico mediante turnos continuos de 24 horas y los 365 días del año.
La digitalización de la red eléctrica, en la cual se encuentra inmersa Endesa, permite que se puedan hacer trabajos a distancia desde los centros de control en la gran mayoría de los elementos que forman parte de la infraestructura eléctrica, entre líneas, subestaciones y centros de transformación.
Endesa ha adoptado todas las medidas de seguridad necesarias en sus centros de control para asegurar la calidad y la continuidad del servicio eléctrico con el fin de afrontar la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
Los centros de control de la red son los puntos neurálgicos del sistema eléctrico, desde donde se controla y supervisa la transformación y la distribución de la energía eléctrica desde la red de transporte hasta el consumo final, durante las 24 horas del día y los 365 días del año. Por eso, su correcto funcionamiento es clave para garantizar un servicio tan esencial para la sociedad.
En el contexto de excepcionalidad a raíz del coronavirus, Endesa implantó a comienzos de esta crisis sanitaria un Plan Operativo de Emergencia para asegurar las tareas de estos centros de control con medidas como su duplicación, de forma que en Baleares la compañía dispone de un centro de control gemelo desde donde se puede gestionar la red en paralelo.
También se ha aplicado la interoperabilidad de los diferentes centros y lugares para compartir la gestión desde varios puntos, la separación en grupos a los empleados para prevenir posibles contagios y se han extremado las medidas de limpieza e higiene tanto personal como de los lugares de trabajo.
Precisamente, por el hecho de ser una instalación estratégica y crítica para el funcionamiento de la red, en ningún momento la actividad del centro de control se ha parado. Además, y a causa de la imposibilidad de sustituir el personal altamente especializado y entrenado por este servicio, se han tenido que tomar medidas excepcionales de protección, entre las cuales destacan la compartimentación de las salas de control en forma de celdas unipersonales y la completa limitación de acceso de todo el personal ajeno al equipo del Centro de Control.
Así mismo, y por el hecho que estos espacios constituyen un punto esencial dentro del sistema eléctrico, también cuentan con una serie de medidas de protección orientadas a garantizar su funcionamiento mediante conmutación automática, con más de una fuente eléctrica para conmutarlas en caso necesario; Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI) a través de baterías y otros elementos almacenadores de energía, y grupos electrógenos que entran en funcionamiento si el corte de alimentación persiste.
De este modo, desde los centros de control de Baleares se está llevando a cabo un exhaustivo trabajo de supervisión y monitorización de los más de 6.700 kilómetros de líneas de mediana tensión, 45 subestaciones y 10.264 centros de transformación que conforman la red eléctrica de Baleares para dar una respuesta inmediata si surge cualquier imprevisto.
Además, y con el objetivo de ofrecer una gestión unificada de todos los recursos de la compañía, estos centros de control están conectados directamente con el centro de atención telefónica de Endesa, donde llegan los avisos de los clientes que alertan de algún problema en el suministro. En esta línea, estos centros de control ofrecen también un servicio de información técnica exclusivo para los municipios, con el objetivo de coordinar con los servicios técnicos de los ayuntamientos la gestión de las posibles incidencias, así como para los servicios de emergencia.
Digitalización de la red eléctrica
El desarrollo y la mejora de la digitalización de la red de Endesa, con la incorporación de telemandos que permiten el control remoto desde los centros de control, permite hacer una actuación inmediata cuando se produce una incidencia, de forma que se reduce notablemente el tiempo de respuesta y esto repercute positivamente en la calidad del suministro de los más de 720.000 clientes que Endesa tiene en las Islas Baleares.
Los telemandos son unos elementos que permiten mejorar la gestión de la red eléctrica a través de la automatización, de forma que se pueden hacer maniobras a distancia y en tiempo real sin necesidad de enviar una brigada técnica a la zona para hacer las primeras operaciones. Así, en caso de incidencia, se reducen los tiempos de intervención en las instalaciones y se acorta el tiempo de reposición del servicio eléctrico.
Gracias a estos telemandos se consigue mejorar la operatividad y la capacidad de maniobra de la red de distribución de energía eléctrica, lo que redunda en el incremento de la calidad del servicio. A modo de ejemplo, durante el año pasado se hicieron –desde el centro de control de Baleares- más de 54.280 maniobras por telecontrol.
Sobre Endesa
Endesa es la primera compañía eléctrica de España y la segunda en Portugal. Es, además, el segundo operador gasista del mercado español. Desarrolla un negocio integrado desde la generación hasta la comercialización y ofrece también, a través de Endesa X, servicios de valor añadido orientados a la descarbonización de los usos energéticos en hogares, empresas, industrias y Administraciones Públicas. Endesa está firmemente comprometida con los ODS de Naciones Unidas y, como tal, impulsa decididamente el desarrollo de energías renovables a través de Enel Green Power España, la digitalización de la red a través de e-distribución y la Responsabilidad Social Corporativa. En este último ámbito actuamos también desde la Fundación Endesa. Nuestro equipo humano suma alrededor de 9.600 empleados. Endesa forma parte de Enel, el mayor grupo eléctrico de Europa.
