A pesar de la lesión, Neymar, con 26 años, llegaba en la edad ideal para que este fuese su Mundial. Sin embargo, la derrota ante Bélgica en cuartos de final echó por tierra el sueño de llevar la copa a su país. En sus redes sociales, el jugador aseguró que es "difícil encontrar fuerzas" para volver a jugar.
"El dolor es muy grande porque sabíamos que podríamos llegar, sabíamos que teníamos condiciones de ir más allá, de hacer historia... pero no fue (posible) esta vez", afirmó el jugador del Paris Saint Germain (PSG).
"Difícil encontrar fuerzas para querer volver a jugar fútbol, pero estoy seguro de que Dios me dará las fuerzas suficientes para enfrentar cualquier cosa, por eso nunca dejaré de agradecer a Dios, incluso en la derrota... porque sé que tu camino es mucho mejor que el mío", agregó.
El atacante dijo estar "feliz" por formar parte de la Canarinha" y expresó su orgullo por el equipo.
"Interrumpieron nuestro sueño pero no nos lo quitaron de nuestra cabeza y nuestros corazones", concluyó.