Por muy líder que haya quedado en su grupo de la Segunda División B, el equipo de Vicente Moreno se juega, este domingo en Son Moix y el próximo en Miranda del Ebro, poner la guinda a la temporada consiguiendo el ascenso o decepcionar una vez más a su afición.
Una afición que ha visto, tras bajar a Segunda División hace cinco temporadas, como año tras año prometían volver a la máxima categoría. El club bermellón no solo no fue capaz de estar ni una sola jornada en posiciones de playoff de ascenso, sino que salvó la categoría en las últimas jornadas, hasta el fatídico Mirandés-Mallorca de la temporada pasada que nos condenó a la Segunda B.
El Mallorca tendrá su ‘déjà vu’. Aunque el contexto es distinto, el partido contra el Mirandés tendrá las mismas consecuencias: Segunda División o Segunda División B, durante al menos seis partidos más, en el mejor de los casos (playoff ascenso).
Así que seamos humildes, pongámonos el mono de trabajo y dejemos de hacer promesas y empecemos a cumplirlas. El Mallorca es un equipo de Primera, pero para ello hay que luchar semana a semana.
Dicho esto: ¡Que sepan quién manda en Mallorca y quién mandará en Mirandés!