Casi la totalidad de los hoteles siguen aferrados al cobre en plena revolución digital. Y es que la irrupción de la era digital y el “Internet de las Cosas” obliga a los hoteles a reformular sus telecomunicaciones. Pero entre quedarse anclado en lo convencional o pasarse a la fibra, puede haber un ahorro económico de hasta el 30%, según datos reales contrastados en 5.000 habitaciones ejecutadas por la ingeniería balear SAMPOL a través de su división SAMPOL Digital.
El ahorro con esta tecnología GPON - Fiber To The Room (FTTR), toma como punto de partida para el cálculo un ahorro medio de 800 euros por habitación a favor de la fibra. Esta diferencia se multiplicaría por las 617.521 habitaciones hoteleras españolas, según datos de oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2016.
Además, este ahorro puede ser mayor cuanto más grande sea el hotel, tanto en superficie como en número de habitaciones. Y lo mismo sucede con el contenido tecnológico de la habitación, ya que cuantos más servicios de conectividad tenga, mayor es el ahorro. Y lo cierto es que la tendencia a futuro es que los huéspedes tengan cada vez más tecnología a su alcance en su estancia.
Asimismo, el ahorro para el hotel es extensible al OPEX, es decir, el coste mensual en la operativa y mantenimiento de la infraestructura, sin olvidar que el cobre tiene hasta cuatro veces menos de vida útil que la fibra y es más limitado en ancho de banda.
También hay un ahorro de tiempo y de resolución de problemas. Con una instalación GPON se puede monitorizar y gestionar la red en remoto y en tiempo real, detectando cuándo y dónde se produce una incidencia para actuar al instante. De este modo, la mayor parte de las incidencias se resuelven remotamente.
Según el director de Desarrollo de Negocio de SAMPOL Digital, Carlos Sáez, “la comodidad digital también está muy vinculada a la resolución de incidencias de forma rápida y ágil. Y es que cuando surge un problema con las comunicaciones, atrás quedaron los tiempos de llamar al técnico para que la resuelva. La conectividad de una habitación es un “imprescindible”. Hoy la calidad de un hotel no se mide por lo cómoda que es una cama, sino por una buena conexión WiFi”
Este cambio de paradigma en la conectividad de los hoteles se basa en la llamada tecnología GPON y lo que SAMPOL Digital ha denominado el “todo incluido de la conectividad”, es decir, la televisión digital, el wifi, la telefonía, el Internet de las Cosas, etc. De esta manera, se hace extensivo el “todo incluido” de servicios a algo tan estratégico en un hotel como son las telecomunicaciones.
La tecnología GPON permite un mayor ancho de banda, aunar toda la conectividad de una habitación y sus dispositivos sin perder velocidad de conexión, configurando así lo que ya se conoce como “habitación conectada”.
Y es que la conectividad es precisamente uno de los principales factores de elección de hotel para los usuarios, así como también de quejas. De hecho, un estudio de TripAdvisor en 2015 mencionaba que un 54% de viajeros llegaron a cancelar sus reservas al encontrar más facilidades en otros hoteles en relación con las conexiones WiFi.
Es más, el 85% de los viajeros españoles le concede una gran importancia al WiFi en sus desplazamientos, según datos del sector. Es el denominado “confort oculto”, que es aquel que ni se ve ni se escucha, pero se siente.
Este desarrollo tecnológico no es el primero que SAMPOL Digital implanta en el sector hotelero, pues en el pasado innovó con los sistemas de eficiencia energética en habitaciones, la unificación de los servicios bajo protocolos IP…, que hoy se han convertido en un estándar en cualquier instalación hotelera.
Dentro de su continua innovación, el objetivo de SAMPOL Digital pasa por extender al parque hotelero español la tecnología GPON con su servicio RETiA FTTR tanto en hoteles ya existentes como de nueva construcción. Así, SAMPOL Digital, implantó más de 5.000 “habitaciones conectadas” bajo tecnología GPON, acometiendo, por citar algunos ejemplos, la instalación de esta tecnología en el nuevo “Hotel Fantasía” del complejo Bahía Príncipe Bávaro, así como la reforma de “El Embajador, a Royal Hideaway Hotel” del grupo Barceló, ambos en República Dominicana.