Una de cal y otra de arena en la subida de los precios registrada el pasado mes de febrero.
En el lado positivo, las temperaturas anormalmente altas de este invierno han forzado a los comerciantes de ropa y calzado a rebajar los precios de estos productos para no acumular estocs, lo que ha supuesto un alivio económico para los compradores.
También ha sido positivo este invierno poco lluvioso ya que se ha multiplicado la producción de energía solar, más barata que la de gas y gasóleo.
Sin embargo, donde no han notado los consumidores ninguna bajada –sino todo lo contrario– ha sido en los alimentos, que han vuelto a repuntar hacia arriba.
Mientras el índice general de precios en Baleares se ha situado el mes pasado en el 2’6% interanual, ocho décimas por debajo del registrado en la misma fecha de 2023, los alimentos se han encarecido un 4’9%.
En solamente doce meses, los precios del aceite se ha disparado un 39%, la carne de cerdo el 7’7, el agua mineral, los refrescos y zumos han crecido el 6’4%, los huevos y las frutas frescas un 5’7 y la carne de ovino y vacuno se han encarecido otro cinco por ciento. Subidas todas ellas por encima del aumento medio de los salarios.
También han sufrido este encarecimiento las legumbres y hortalizas, la leche, las patatas, el café y las infusiones, el pescado fresco y, también, el congelado y el azúcar. Todos estos alimentos ahora entre un 5 y un 3% más caros que el año pasado. Unas subidas que se acumulan todas ellas a las ya registrada en meses anteriores.
Los únicos alimentos que son ahora más baratos que el año pasado son las legumbres y la leche, que han marcado un escueto descenso en sus precios de solamente el 0’3%.