Tras autodisolverse en el año 2011 por los múltiples casos de corrupción política que afectaban a algunos de sus máximos dirigentes, entre ellos Maria Antònia Munar, ahora antiguos militantes regionalistas han reactivado a esta formación.
La nueva junta gestora está presidida por el actual alcalde de Binissalem, Victor Martí. Un retorno el de Unió Mallorquina del cual se ha desligado completamente el partido El Pi y que ha sido valorado por los grupos actualmente con representación en el Parlament balear.
"Hablar de Unió Mallorquina es hablar de droga pura, pensar en corrupción y en clientalismo", así de contundente se ha manifestado la diputada de Unidas Podemos en el Parlament, Cristina Gómez", tras ser preguntada por los medios de comunicación sobre esta cuestión.
Más cordial se ha mostrado la portavoz parlamentaria de Vox en Baleares, Idoia Ribas, que ha manifestado su respeto a todas las opciones políticas, aunque ha reconocido que es un partido totalmente contraria a su ideología.
Mientras el portavoz del PSIB-PSOE en el Parlament, Iago Negueruela, considera que la refundación de Unió Mallorquina es una historia constante de muchas refundaciones.
Por último, el PP ha asegurado que ven cualquier proceso interno de otros partidos desde el respeto, y ha reconocido el aprecio personal y la proximidad ideológica. "En estos momentos ninguno de nosotros puede saber qué recorrido tendrá Unió Mallorquina. Nosotros trabajamos para aplicar nuestro programa de gobierno y para tener todavía mejores resultados", ha sentenciado Sebastià Sagreras, portavoz parlamentario popular.
