El plan piloto será de carácter voluntario y se aplicará a partir de Educación Primaria. La decisión de sumarse a esta propuesta dependerá de cada centro educativo. En el caso de los públicos será la dirección del colegio la que lo decida, mientras que en los privados- concertados serán los propietarios de los mismos.
El conseller de educación, Antoni Vera, ha aclarado que no todos los centros que soliciten formar parte de este plan piloto podrán hacerlo, ya que habrá un número máximo establecido, y los que lo hagan recibirán una dotación económica.
Una vez los centros hayan sido admitidos en este plan piloto será cuando las familias elijan si sus hijos estudian en castellano o catalán las asignaturas troncales no lingüísticas como, por ejemplo, Matemáticas o Historia, momento en el que se producirán lo que el conseller ha calificado de desdoblamientos o clases flexibles, pero nunca de segregación.
Por otro lado, las familias sí que podrán elegir la lengua hasta los ocho años, es decir, en Educación Infantil. Una medida que se aplicará en centros en los que sea posible, según ha apuntado Vera. Se trata de una medida contemplada en la Llei de Normalització Lingüística de 1986, pero que no se ha ejecutado con voluntad por parte del Govern hasta ahora.
El conseller ha sido tajante y ha presentado el plan como algo muy abierto, ya que al final ha asegurado que los centros que quieran continuar como hasta ahora podrán hacerlo.
Los representantes de entidades educativas y culturales han abandonado este viernes el Consolat de Mar sin reunirse, como estaba previsto, con la presidenta del Govern, Marga Prohens, al considerar que el acuerdo entre PP y Vox para la libre elección de lengua ya estaba cerrado sin habérselo trasladado previamente. Una situación que ha lamentado el conseller de Educación, Antoni Vera.