La Ley Electoral General de España y el reglamento del Parlament balear establecen que -después de las elecciones autonómicas y en el arranque de la legislatura- el presidente de este órgano político debe convocar -como máximo dos semanas después de la sesión constitutiva de la cámara- la primera ordinaria para proceder a la votación de la candidatura del presidente o presidenta del Govern.
Traducido a nombres y fechas, todo lo anterior significa que el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, tiene que citar a todos los parlamentarios como muy tarde para el próximo martes día 4 de julio para celebrar la primera sesión de investidura de Marga Prohens, cabeza de la lista más votada el pasado 28 de mayo.
La cámara balear, que cuenta con 59 escaños está ahora repartida de la siguiente forma: 25 parlamentarios son del Partido Popular, 18 del Partido Socialista, 8 de Vox, 4 de MÉS per Mallorca, 2 de MÉS per Menorca, uno de Unidas Podemos y uno más de Sa Unió de Formentera.
En estos momentos, Prohens contaría con 26 votos de los 59 totales de la cámara. Los de su propio partido, el Popular, y el de Sa Unió de Formentera. Para conseguir la presidencia balear en una primera votación, requeriría el apoyo explícito de 30 votos. Por tanto, ahora le faltan 4 para ello.
Estos podrían ser de Vox, pero el partido que lidera Santiago Abascal reclama, a cambio de su apoyo, tener consellerias en el futuro Govern. Exigencia a la que se niega Prohens.
Con este escenario, y dando por supuesto que la candidata popular no puede obtener en la primera votación la mayoría absoluta que reclaman la Ley Electoral y el reglamento del Parlament, pasaríamos automáticamente a una segunda oportunidad.
Se trataría de otra sesión de investidura solamente 48 horas después de la anterior. En este caso, -¡atención!- Prohens solamente necesitaría obtener más votos a favor que en contra.
Con sus 26 apoyos, y contando todos los partidos de izquierda y en la oposición conjuntamente con solamente 25 escaños, bastaría que los 8 de Vox se abstuvieran para que Prohens se trasladará inmediatamente al Consolat de Mar.
En este segundo caso -la abstención de VOX para que Prohens sea presidenta por mayoría simple-, aún quedaría en el aire la compensación a satisfacer por el Partido Popular. Que podría ser ninguna o, quizás, consellerias.
Una hipótesis que ahora se está negociando entre los dos partidos de forma paralela al cumplimiento de la agenda del presidente Le Senne del Parlament completando su primera ronda de encuentros con los portavoces parlamentarios para, después, convocar la primera sesión de investidura.
