El calendario político se estrecha. Los plazos para constituir los nuevos ayuntamientos, el Govern balear y los cuatro consells insulares se acorta, y las elecciones generales del 23 de julio complican aún más todo el proceso. Se lo explicamos todo, día a día, en el siguiente informe.
Se constituyen los más de 8.000 ayuntamientos de toda España tras las elecciones del pasado 28 de mayo. 67 de ellos en las Islas Baleares.
Cualquier regidor electo puede optar a ser alcalde de su municipio, pero para ello debe obtener, en una primera votación, la mayoría absoluta del pleno. De no ser así, será automáticamente investido como alcalde -o alcaldesa- el número 1 de la lista más votada. Un ejemplo: Jaime Martínez, del Partido Popular, será este sábado alcalde de Palma si VOX se abstiene y no vota en su contra.
Ese día, antes de las doce de la noche, los partidos y coaliciones deberán haber presentado ante la Junta Electoral sus listas de candidatos para las generales del 23 de julio.
En ese momento sabremos si la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido finalmente aceptada o no en las listas de Sumar, que lidera su compañera del Gobierno de España Yolanda Díaz.
También este próximo lunes quedará ratificado que Francina Armengol deja la presidencia del Govern balear para optar, liderando la lista del PSIB-PSOE, a ser diputada en Cortes en Madrid.
Cerrará así ocho años en el Consolat de Mar y dará paso, provisionalmente, a María Asunción Pía de la Concha García-Mauriño, Mae de la Concha, de Podemos y consellera de Agricultura en funciones. La presidenta eventual solamente podrá ejercer funciones de trámite puramente administrativo.
Sólo un día después del adiós a Armengol, se constituirá el nuevo Parlament de les Illes Balears. La sesión arrancará bajo la presidencia de dos diputados, el de más edad y el más joven.
Una vez los 59 parlamentarios habrán tomado posesión formal de su escaño, se procederá a votar al presidente de la cámara balear, un puesto que -en estos momentos- fluctúa entre un diputado del Partido Popular u otro de VOX.
Todo a expensas de las conversaciones que actualmente se desarrollan -de forma telefónica y discreta para evitar encontronazos y fotografías incómodas- entre los negociadores de ambos partidos para pactar un programa de gobierno y, después, elevar o no a Marga Prohens a la presidencia del Govern con los votos positivos o la abstención del grupo que encabeza Jorge Campos.
Todo ello con Francina Armengol ya ausente del caserón del Círculo Mallorquín. La aún secretaria general socialista no se sentará en el Parlament balear entre los escaños de la oposición. Así Armengol habrá evitado ver como Marga Prohens le roba el protagonismo.
Desde el 20 de junio y hasta el 3 de julio, el nuevo presidente del Parlament habrá tenido dos semanas de plazo para hacerse con el cargo, convocar a los portavoces de los grupos parlamentarios, escuchar sus propuestas acerca de la futura presidenta del Govern y convocar, después, el primer pleno de investidura.
El 4 de julio, la candidata a ocupar el despacho principal del Consolat de Mar que tenga más opciones de ser elegida, siempre a criterio del presidente del Parlament, presentará ante la cámara su programa de gestión para los próximos cuatro años. Inmediatamente después, los portavoces de los otros grupos podrán replicar. Y después se votará.
En una primera ronda, para ser elegida como nueva presidenta de Baleares, Prohens necesitará la mayoría absoluta de la cámara.
Recordar que el Partido Popular, con 25 escaños propios más el de sus coaligados de s’Unió de Formentera, necesitaría en este primer sumar, además, los 8 parlamentarios de VOX para conseguir la mayoría absoluta y hacer factible que Marga Prohens sea ya la presidenta balear.
Si en la votación del martes 4 de julio Marga Prohens no obtiene la mayoría absoluta, automáticamente el presidente del Parlament convocará una segunda sesión de investiduras para 48 horas después, que ya sería el jueves 6 de julio o, incluso, el viernes 7 según a la hora en la que concluya la sesión del día 4.
En esta segunda oportunidad, Marga Prohens solamente requeriría de una mayoría simple de los votos del pleno. Con 26 escaños de los 59 del Parlament apoyándola, y solamente 25 en el bando de las izquierdas, la abstención de VOX sería suficiente para concederle la presidencia del Govern.
De producirse un empate entre los votos a favor y en contra de la candidata Prohens, el presidente del Parlament irá convocando, sucesivamente, otros plenos hasta deshacer el nudo gordiano. Unos plenos consecutivos que tienen un plazo final: dos meses después de la primera votación.
Si el 20 de agosto el Parlament no ha podido investir a ningún nuevo presidente del Govern, automáticamente se convocarían elecciones autonómicas adelantadas, que ya se producirían en el mes de noviembre.
Este hecho hipotético convertiría a Mae de la Concha en presidenta en funciones durante casi seis meses y mantendría al actual Govern en funciones -a todos los consellers- firmes en sus puestos hasta ya entrado el otoño.