Jacobo Soteras Infante es cabo primero de la Guardia Civil y uno de los primeros agentes que el pasado lunes llegó a la zona de Menut para socorrer a una familia de cuatro miembros cuya caravana había quedado inutilizada tras ser aplastada por el tronco de un árbol.
"Lo que es una travesía que a lo mejor dura una hora, tardamos tres horas. Había muchísima nieve, no veíamos bien el sendero y teníamos que ir con GPS, que se nos mojaba", ha reconocido el propio Soteras. Afortunadamente, la presencia de otra autocaravana cercana, a unos 50 metros de distancia, permitió a los agentes refugiar a la familia afectada y dar aviso a los servicios del 112 para su posterior evacuación. "Nos dirigimos a la caravana, tocamos y salió una chica que también había llamado al 112. Tenía problemas con su furgoneta, que no podía arrancar, pero la suerte es que tenía calefacción, tenía comida y tenía agua", narra el propio Cabo Primero de la Benemérita.
Tareas de rescate en las que también ha participado el Tercer Batallón de la UME desplazado hasta la zona, y cuyo comandante, Ramón Prats, nos contaba las diferentes tareas que han llevado a cabo estos días: "hemos venido a apoyar al despeje de viales, sobre todo en la Ma-10. También hemos traído helicópteros que nos han servido para hacer dos rescates. Además, contamos con drones con cámara térmica que hemos tenido desplegados esta noche para comprobar que ninguna persona de las que subió ayer a ver la nieve se hubiera perdido".
Y es que la imprudencia, tal y como reconoce el propio Prats, ha estado detrás de algunas actuaciones llevadas a cabo por la UME, como el rescate a un excursionista de 70 años. "Ha habido, al menos, un caso confirmado de un excursionista que se rompió la cadera y hubo que evacuarle".
Imprudencias que desde los equipos de emergencias insisten en evitar a toda costa.