El condenado, un varón de 53 años, ingresó en prisión tras declararle la Audiencia Provincial de Baleares culpable de violar a su propia sobrina, que en aquel entonces contaba con una edad de 14 años.
La Audiencia consideró probado en su momento que el acusado recogió a su sobrina y se la llevó a buscar caracoles. Al regresar a la finca de los padres del condenado, éste le mostró un vídeo pornográfico y comenzó a masturbarse. Cuando la menor quiso marcharse, el acusado la detuvo, la empujó y acabó violándola en el sofá.
Hace unas tres semanas, el abogado defensor habría presentado nuevas alegaciones al recurso inicial ante el Tribunal Supremo, un recurso en el que la defensa razona que al acusado se la había impuesto la pena mínima dentro de una horquilla que iba de 12 a 15 años de cárcel, y ahora la pena mínima parte de los siete años.