Uno de los varones, de 43 años, es de origen británico y el otro, de 20, es ecuatoriano. Al primero se le acusa de corrupción de menores y de provocación sexual y al segundo de abusar sexualmente de una menor de edad. A la muchacha se le imputa un presunto delito de corrupción de menores.
Las investigaciones arrancan con una denuncia interpuesta por la desaparición de una menor. Entonces, el grupo especializado UFAM de la Policía Nacional, en colaboración con el IMAS, logró dar con la menor, que fue reintegrada al centro en el que se hallaba asignada y al que no había regresado.
Tras entrevistarse con la muchacha, la policía comprobó que había mantenido relaciones sexuales con varios hombres. En algunos casos en estado prácticamente inconsciente por el consumo que había realizado de sustancias estupefacientes.
También comprobó la Policía Nacional que la susodicha menor de edad había sido captada por otra muchacha, también menor de edad, la cual ya había sido detenida con anterioridad por captar a otras menores.