El incremento en el coste de los carburantes ha provocado una situación que desde la patronal CEOE han calificado de "preocupante", instando también al Gobierno a que garantice la seguridad de los transportistas que no se quieran sumar al paro.
Así, Lorenzo Amor, vicepresidente de CEOE, ha manifestado en Palma que "tenemos que actuar, y actuar rápidamente. No puede ser que en estos momentos otros países hayan ya puesto en marcha medidas para bajar el carburante y tengamos el 75 por ciento del transporte parado: unos de forma voluntaria y otros de forma obligatoria".
En referencia a los piquetes que se han producido en algunos puntos de la Península, el propio Amor ha señalado que "no puede ser que un colectivo minoritario dentro del transporte que se quiera manifestar tenga en jaque a toda una sociedad porque se está empezando a romper la cadena de suministros".
En este sentido, el Gobierno ya ha desplegado a más de 25.000 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional por toda España para garantizar que todos aquellos que lo deseen puedan seguir trabajando.
A pesar de que el seguimiento de esta huelga es minoritario en Baleares, lo cierto es que desde el Archipiélago se mira con recelo los acontecimientos que se suceden en el resto de España.
No en vano, el carácter insular de nuestra comunidad la posiciona en una situación de riesgo ante un hipotético bloqueo de los puertos de Valencia y Barcelona.