Bernat Fiol, presidente y portavoz de GADMA, ha destacado que "a lo largo del año llevamos a cabo diferentes jornadas de voluntariado medioambiental. El año pasado, por ejemplo, estuvimos 19 días, entre sábados y domingos, trabajando para erradicar una invasión de algas que se lo estaba llevando todo por delante".
"Como siempre, las comarcas del interior quedan abandonadas por parte de la Administración, tanto sea a nivel autonómico como central. Las casas que se ven aquí en Can Figuera presentan el estado que presentan porque nadie ha invertido un duro", ha lamentado el propio Fiol, quien ha querido señalar, eso sí, que "ahora estamos pendientes de una reunión con el Ayuntamiento de Binissalem, para poder consolidar la estructura de las edificaciones y evitar así que se vengan abajo".
De este modo, conjuntamente con el Ayuntamiento de Binissalem quieren recuperar y mejorar el espacio medioambiental que se ha convertido en una zona de especial protección para las aves.
Precisamente Víctor Martí, alcalde de Binissalem, ha indicado que "a ver si con la ayuda de ABAQUA y una pequeña inversión por parte del Consistorio podemos arreglar estas casas. Estamos convencido de que con el esfuerzo y la buena voluntad por parte de todas las administraciones implicadas podremos sacar adelante este proyecto" de protección de un enclave tan importante a nivel medioambiental.