Desde finales de enero han proliferado en las zonas forestales, parques y bosques, ‘bolsones’ de procesionaria. Un insecto que puede provocar daños a los árboles, sin llegar a matarlos y, además, su veneno también es muy peligroso para los humanos y las animales provocando reacciones alérgicas y hasta puede llegar a ser letal para los animales.
Por ello, desde la Conselleria de Medi Ambient trabajan para acabar con la procesionaria de los pinos. Así, se tiene en cuenta el ciclo de la vida de la procesionaria. La escasez de precipitaciones y la subida de las temperaturas ha llevado a que se adelante su presencia.
Y es que en algunos puntos de la isla pueden verse los ‘bolsones’ desde finales del mes de enero. Es más, se han detectado casos en los que la oruga ya ha bajado del pino, un hecho que suele darse al inicio de la primavera.
Por todo ello, se recomienda que durante los meses de enero y febrero se retiren de forma manual las bolsas de los árboles de las fincas privadas para evitar una mayor proliferación de orugas.