La Organización Mundial de la Salud la ha bautizado de esta manera por su capacidad de evadir los métodos de detección habituales que ahora se están utilizando en hospitales, centros de salud y farmacias, como los ya famosos test de antígenos.
Con una incidencia de más del cincuenta por ciento de los casos positivos en Dinamarca y como variante dominante en países como la India o Reino Unido, que Sigilosa sortee los test de antígenos ahora en uso puede provocar que miles de personas contagiadas de la covid crean que simplemente sufren, tras dar negativo en las pruebas, un tradicional constipado o, incluso, una gripe.
¿Se transmite más rápido?
Todavía es pronto para conocer la transmisibilidad de la nueva variante, pero las primeras investigaciones indican que, dada la dificultad objetiva que a día de hoy hay existe para localizarla, evidentemente tiene muchas más probabilidades de expandirse.
Si ya de por sí el control de la pandemia se ha complicado enormemente por la facilidad con que la variante Ómicron pasa de personas enfermas a otras sanas, mucho más difícil será parar los contagios si, además, la variante BA.2 no da positivo en los test actuales.
Además, destacar que -de acuerdo a los datos ofrecidos por los diferentes países donde ya se ha detectado- la mayoría de los casos de BA.2 son asintomáticos o con síntomas leves.
¿Es más virulenta?
Para responder a esta pregunta hay que situarse en Dinamarca, donde el número de contagios por BA.2 ha crecido exponencialmente desde las primeras semanas de enero.
Si a principio de año la subvariante tan solo representaba el 20% de los contagios detectados, en esta última semana ya supone el 50%.
Anders Fomsgaard, investigador del Statens Serum Institut (ISS) de Copenhague, señala que esta cepa genera “desconcierto”, pero no “preocupación” ya que los contagiados son leves o asintomáticos. Por ello algunos especialistas señalan que la Sigilosa es un paso más a la conversión de la pandemia covid en una enfermedad similar a la gripe.