Un positivo en coronavirus de un niño significa que deberá guardar cuarentena. En el mejor de los casos, uno de los progenitores deberá también permanecer en el domicilio para no dejarle solo. Un escenario ya de por sí dramático por aquello que la conciliación familiar y laboral, y que puede ser peor cuando se acercan las fiestas navideñas.

Por este motivo, y ante el aumento de casos de contagios en niños en edad escolar, no son pocos los padres los que han optado por no llevar a sus hijos a clase. Algunos lo han hecho ante el resfriado de los pequeños y otros para preservar viajes u otros planes familiares.

Desde la Conselleria de Educación señalan que las aulas son entornos seguros e indican que los contagios se producen fuera de ellas.

Mientras tanto, los contagios en los centros educativos siguen al alza. En la semana del 11 al 17 de diciembre se detectaron 676 positivos entre el alumnado, lo que representa un nuevo máximo en una semana. El 75,4 por ciento corresponden a Infantil y Primaria, cursos en los que los estudiantes no están vacunados.

Mientras, los que siguen acudiendo a sus clases lo hacen por pocas horas. Este miércoles está previsto que pare la actividad lectiva, que no se reprenderá hasta el próximo año 2022.

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