Para tratar de combatir las velocidades excesivas, la DGT prevé instalar el próximo año 16 nuevos radares de tramo y otros 10 radares fijos en ubicaciones de la geografía española que todavía no se han desvelado.
A todo este despliegue hay que sumar la red de radares instalados en Palma. La ciudad cuenta con 9 puntos de control de velocidad, algunos de ellos instalados en este último año y que sacan humo por la cantidad de multas diarias que interponen.
Para muchos ciudadanos, la implantación de estos radares no tiene otra voluntad que recaudar dinero con las multas, otros lo ven como una mejora en la seguridad vial. "Yo pienso que están puestos para recaudar, están poniendo más para eso", ha advertido uno de los ciudadanos encuestados.
"Las dos cosas, mejoran la seguridad y ayudan a recaudar porque hay gente que va muy alocada al volante", ha señalado una participante, mientras que otro añade que "yo creo que son para recaudar porque los ponen en unos puntos clave que son trampa porque siempre te cogen".
"Pienso que es más una cuestión recaudatoria que de seguridad vial", señala otro encuestado, resaltando que "en un mes o dos ya me han multado dos o tres veces". "Si les ponen multas es porque algo habrán hecho", advierte otro participante.
Además, en el último año se han intensificado las campañas y controles de las vías desde el aire mediante el uso de drones y helicópteros. Los drones ayudan a detectar conductas temerarias al volante y permiten vigilar tramos peligrosos.
Desde la DGT recuerdan que los excesos de velocidad se castigan con multas que van de los 100 a los 600 euros, además de suponer la retirada de 2,4 o 6 puntos del carné de conducir.