Así, la subida en el precio de los alimentos ya ha llegado al bolsillo de los ciudadanos, justo en un momento del año en el que habitualmente se dispara el consumo ante la proximidad de las fiestas de Navidad.
Muchos comerciantes y empresarios ya no han podido asumir durante más tiempo el incremento sostenido en el precio de los costes energéticos y del carburante. Un sobrecoste que ya se ha trasladado al precio final que debe pagar el consumidor y que los ciudadanos notan en su día a día a la hora de llenar la cesta de la compra.
"La fruta, la carne, el pescado... Todo ha subido, tanto en el supermercado como aquí, en el Mercado de Pere Garau", señala una vecina. Otra apunta que "antes con 20 euros podías comprar muchas cosas, pero ahora con ese mismo dinero no puedes comprar nada".
Con una subida del IPC situada en el 5,6 por ciento, son muchos los que intentan adelantar algunas de sus compras de cara a las fiestas de Navidad, tratando de evitar así un nuevo incremento en el precio de algunos de los productos más demandados en estas fechas.