Para poder llevar a cabo esta transformación en el uso del local, estos deberán estar ubicados en calles de más de 20 metros de anchura y situados en el interior del área que delimita la Vía de Cintura en la capital balear.
Además, un 60 por ciento de la superficie del local se debe destinar a actividades comerciales. Una imposición que se extiende al cien por cien en el caso de las calles peatonales y de los ejes cívicos declarados por Cort como puedan ser la calle Fábrica, Blanquerna, Ocells, Nuredduna o Foners.
Así, la futura conversión de locales comerciales en hipotéticas viviendas queda sujeta al cumplimiento de unos requisitos con los que el Ayuntamiento de Palma quiere potenciar determinadas zonas comerciales de la capital balear.
Aquellos que finalmente opten, y puedan, convertir su local en una vivienda, deben saber que si su parcela ya ha superado el índice de intensidad residencial, no tendrán libertad para fijar los precios, sino que quedarán enmarcados dentro del mercado de vivienda de precio asequible.