No en vano, el Consell Econòmic i Social de Balears ha presentado un informe en el que detalla cómo el nivel de riqueza de los vecinos de nuestra comunidad es el que más se ha resentido durante los últimos 20 años.
La tormenta perfecta desencadenada por el incremento en el precio de la luz y los carburantes, unida a la falta de algunas materias primas, obligará a los más afortunados a modificar sus hábitos de consumo. Otros, desgraciadamente, tendrán que reducir directamente su previsión de gastos navideño por la actual situación económica.
Y es que Baleares ha pasado en los últimos 20 años de ser la segunda comunidad autónoma con mayor renta per cápita a ocupar el decimosegundo lugar. Una situación que se ha visto agravada por el actual incremento de los costes energéticos y que amenaza ahora con obligarnos a vivir una de las Navidades más austeras que se recuerdan.
"Yo recorto en todo. Además, vas al supermercado y está tremendamente caro. No sé qué está pasando", señala una vecina de la capital. Otra reconoce que "no será una Navidad para tirar la casa por la ventana", mientras que un tercero asegura que "esta Navidad va a haber pocos regalos y no muchos lujos. Mucha parte de la familia no puede venir por temas económicos", para acabar afirmando, no sin cierta resignación que "vamos a ser felices, que al menos estamos todos sanos".
Una situación económica que seguramente nos obligará a recuperar valores propios de la época navideña, donde la familia, la amistad o la salud puede que nos hagan olvidar, aunque sea solo por un momento, el importe de la última factura de la luz o del disgusto que nos espera la próxima vez que vayamos a llenar el depósito de combustible.