Precisamente sobre la caza, Dolç ha explicado que "el cazar es como conducir, si lo haces respetando las normas, no pasa nada. Si respetas los días, las cantidades y los cupos, no tiene porqué pasar nada".
El cazador Pere Dolç se introdujo en el mundo de la caza desde bien joven. "A los 15 años me uní a la Sociedad de Cazadores de Santa Maria, mi padre me acompañaba", recalcando que "no me avergüenzo de decir que soy cazador".
Sobre la Sociedad de Cazadores, Dolç ha destacado que cuenta actualmente con 80 miembros. "Para poder sacar una licencia de caza o un permiso de armas, todo el papeleo es online, esto dificulta a los más mayores, que no estamos familiarizados con internet".
"Las sociedades de cazadores tienen los días contados, van muriendo poco a poco", ha lamentado Pere Dolç, añadiendo que "la gente joven no tiene interés en la caza. Si no lo llevan en la sangre, no se interesan".