Así lo ha explicado Éric Jareño, alcalde de Llucmajor, quien ha añadido que "desde el Ajuntament estamos intensificando las tareas de vigilancia con el objetivo de evitar que se continúen llevando a cabo esta clase de vertidos". Por su parte, el regidor de Entorno y Mantenimiento Urbano, Bernardí Vives, ha manifestado que "estas actuaciones incívicas suponen un coste importante para el Consistorio. El mal comportamiento de unos pocos perjudica a todos los residentes del municipio".
Las multas para todos aquellos infractores que lancen viertan escombros en lugares donde no está permitido variarán en función del tipo de infracción, y oscilan entre los 60 y los 3.000 euros en función del vertido.
Entre las infracciones graves se incluyen, entre otras, no limpiar el espacio público o los espacios privados de espacio público en los casos que se hayan ensuciado como consecuencia de operaciones de carga y descarga; abandonar o verter cualquier clase de material residual procedente de obras e instalaciones; entregar al Servicio de Recogida o depositar en la zona de dominio público más unidades de muebles u otros objetos, además de restos de jardinería y poda, que las estipuladas en la ordenanza fiscal; depositar en el dominio público o espacios privados de uso público materiales u objetos que obstaculicen la prestación normal de los servicios de limpieza vial y de recogida de residuos.