Tras más de siete meses de la entrada en vigor de la prohibición de superar los 80 kilómetros por hora en la vía de cintura de Palma, la medida sigue generando polémica a día de hoy.
Si por una parte la Dirección General de Tráfico valoró positivamente la reducción de velocidad al cumplirse medio año de su implementación, los partidos de la oposición en el Consell de Mallorca ya han avisado de que, en caso de cambio de gobierno, eliminarán la limitación a 80.
Es el caso del Partido Popular y de Ciudadanos. Ambas formaciones ya se han posicionado públicamente contra una norma que se fundamenta en su pretensión de reducir la contaminación acústica y el número de accidentes.
Y es que según datos de la DGT, la siniestralidad cayó un 28 por ciento entre el 1 de febrero y el 31 de julio de este año, en comparación con el mismo periodo de 2020.
Más allá de la batalla política que puede generar en el seno de la institución insular, lo cierto es que en la calle, todavía hoy, existe una división de opiniones en torno a la idoneidad de una medida que supuso una reducción de 40 kilómetros en la velocidad máxima en una de las carreteras más transitadas de la Isla.