Isern ha asegurado que "la degradación que está acabando con las Galerías de la Plaça Major nos cuesta a todos 15.000 euros al mes. Y es que al no haber comerciantes, los gastos de seguridad, limpieza, agua, luz... los tienen que asumir las arcas municipales".
"El alcalde José Hila ya hace cinco años y medio que sabía que esto es lo que se avecinaba. Nos reunimos con él en su momento, pero lo cierto es que cuando Antoni Noguera asumió la alcaldía se empeñó en que las galerías fueran destinadas a cultura y así han quedado", ha lamentado Isern.
A pesar de todo, la Associació de Comerciants de la Plaça Major ya ha presentado a Cort una idea de proyecto para "revitalizar y actualizar las galerías. Nuestra idea es convertirlas en un punto de referencia activo durante todo el año, tanto para residentes como para turistas. La realidad, sin embargo, es que desde el Ajuntament no tienen ningún tipo de interés por escucharnos".
Una iniciativa privada que aboga por"combinar un espacio gastronómico destinado a la cocina típica mallorquina con otros comercios y servicios como un supermercado, una oficina de información y turismo, y hasta unos baños de uso público".
Isern asegura que esta idea "podría llegar a dar trabajo a cerca de unas 200 personas", además de recuperar uno de los espacios neurálgicos del pequeño comercio en la capital balear.