Durante su intervención, Ferrer ha lamentado que las Islas "estén a la cola en inversión media estatal por habitante", aunque ha valorado como una "buena noticia" la "especial sensibilidad" mostrada hacia estos territorios en las nuevas ayudas estatales.
La presidenta ha participado este miércoles en la ponencia de estudio sobre la insularidad y la situación periférica de las ciudades de Ceuta y Melilla. En su discurso en el Senado, Ferrer ha recordado que precisamente Formentera no tiene senador propio, un hecho que, ha deseado, se subsane "pronto".
Además, ha explicado cómo la economía de la Isla sufre "muchísimo" la estacionalidad y ha destacado que siempre habían reclamado tener su propio Consell "para que la Isla se pueda defender desde y para Formentera y garantizar que los derechos de la ciudadanía sean los mismos que los del resto de ciudadanos".
Según ha defendido, tener un Consell propio ha permitido asumir muchas competencias y proveer de muchos servicios básicos a los residentes, como la atención a la dependencia o la diversidad funcional. No obstante, ha incidido en que todavía existen muchos servicios de vital importancia de los que aún no disponen y que suponen una "desigualdad", como los tratamientos médicos que todavía se deben realizar en otros territorios.
La presidenta ha lamentado también que muchas decisiones de Formentera se ven afectadas por intereses económicos de otros territorios, como los fondeos o la movilidad marítima.
En su intervención, la presidenta se ha referido a acciones impulsadas para paliar los efectos del turismo sobre el entorno, como la protección de la posidonia o la eliminación de las bolsas de plástico, así como la restricción de entrada y circulación de vehículos en verano.
Según ha declarado, queda camino por recorrer, "no sólo en la parte de la protección del territorio, sino también para garantizar los derechos básicos de las personas, especialmente en un año que ha dejado claro la falta de equilibrio social que sufrimos y sobre todo la fragilidad de nuestra economía".
La presidenta ha lamentado que Formentera sufra una "triple insularidad" que provoca "perjuicios a la hora de viajar, de accesibilidad a los servicios básicos" y que deja a un territorio como Formentera "abocada a una situación muy complicada en relación a la diversificación económica".
Asimismo, otros problemas de la insularidad que sufren los formenterenses son el precio de la cesta de la compra, con un encarecimiento de hasta el 30 por ciento en productos básicos, o el precio del agua desalada con un coste de hasta 1,96 euros por tonelada, "el precio más caro de toda España y que asumen íntegramente los habitantes de nuestra Isla".
Sobre la vivienda, ha relatado el problema de su precio. "Formentera no tiene periferia con lo que, para hacer un símil, está todo a precio de la Castellana", ha dicho.
Por ello, ha considerado "necesario" hacer una discriminación positiva a nivel de impuestos para ser más competitivos en los costes o a nivel de financiación de las administraciones para garantizar servicios e infraestructuras.
Según Ferrer, Formentera "debería tener a nivel europeo y estatal beneficios similares a los del archipiélago canario", concluyendo que la pandemia ha evidenciado la fragilidad económica y el desequilibrio social de las islas, por lo que es necesario establecer una financiación justa y la aplicación del factor de insularidad y la parte fiscal del Régimen Especial de Baleares, ha concluido.