La situación sanitaria les ha hecho volver a cambiar la fecha por cuarta vez. "Ya no nos fiamos, hemos decidido escoger fecha para dentro de dos años. Ha sido un chasco muy grande cambiarlo tantas veces, por lo que hemos decidido esperar y fastidiarnos un poco", ha advertido la pareja, añadiendo que "esto ya se está haciendo pesado, casi no nos hace ni ilusión casarnos".
Los amigos y familiares han estado en sus pensamientos a la hora de tomar esta decisión. "Los invitados que vienen de fuera deben invertir bastante dinero, ya no es solo el regalo que es lo de menos, sino el hotel, el traslado... queremos que estén todos, pero no queremos que se arruinen", ha manifestado Katia.
Y es que los invitados han sido los otros perjudicados en esta historia. "Algunos de los invitados han podido recuperar parte o la totalidad de los billetes cancelados, otros siguen litigando. Hay algunos invitados que tienen entre 400 y 500 euros que intentan reclamar y no se les ha devuelto", ha lamentado Javier.
Eso sí, la pareja quiere mandar un mensaje positivo. "El amor sigue adelante, es ahora cuando más lo necesitamos. Todas las parejas que no pueden estar ahora juntos y lo están pasando mal, que no teman, esto pronto se acabará", ha afirmado Javier.
Pese a los gastos originados, Katia y Javier siguen pensando que ante el amor, nada puede imponerse.