"El comercio necesita ayuda urgente. Yo nunca había visto siete locales vacíos en la calle Sant Miquel. Pero si es que hasta las grandes franquicias del Born está cerrando sus puertas", ha lamentado Salvà.
Salvà ha asegurado que "abrir la barrera es cada día más complicado". "Yo he tenido que modificar la hoja de ruta que tenía prevista para el año pasado. Los gobernantes deberían hacer lo mismo. Puede que las ideas sean buenas, pero estamos en medio de algo extraordinario. Hay que dinamizar Palma, no solo el centro, también los barrios. Y dinamizar significa tener una ciudad limpia, segura".
"Venir a comprar a Palma es tremendamente complicado. Aparcar tres horas en el aparcamiento cuesta siete euros. Es que yo vendo mantas incluso por menos dinero. Los políticos deberían levantarse más de la silla y darse una vuelta por la ciudad. Humanizarse un poco más", ha señalado Salvà.
"La pandemia lo ha modificado todo. Nos hemos tenido que reinventar. Hemos apostado por las tecnologías, pero sin perder nunca nuestro trato cercano. Ese que nos ha permitido mantenernos con vida", ha asegurado un Salvà quien también ha reconocido que "nosotros tenemos la suerte de no depender tanto del turismo porque, ahora mismo, ni está ni se le espera".