Robos, peleas, suciedad. La imagen del barrio de Corea cae en picado. A pesar de las promesas hechas por el actual equipo de gobierno municipal de mejorar la zona, los residentes indican que el Camp Redó no forma parte de las prioridades del Consistorio.
"Durante el día el barrio está bien, pero por la noche... Hay mucho ruido, muchas peleas", señala un residente. Otra vecina asegura que "todo está muy sucio. Además, tengo una amiga que está enferma y que vive sola en una planta baja a la que ya le han roto la puerta en varias ocasiones porque quieren entrar.
El barrio, mientras, escucha estupefacto las palabras del alcalde de Palma, José Hila, asegurando que no continuará con el plan de rehabilitación integral de las viviendas sociales prometido en 2015. Otro discurso electoral que, a día de hoy, se ha llevado el viento de la desidia de los responsables municipales.