“Nuestra alarma viene motivada porque, según hemos podido conocer a través de
los medios de comunicación, el Gobierno podría estar valorando la posibilidad de dejar
fuera de la prórroga de los ERTE a nuestro sector, el comercial, al de la restauración y a
otros fuertemente vinculados con el turismo” ha lamentado el presidente de AFEDECO,
Toni Gayà. “De ser así, la estocada ya sería de muerte y, lo que venimos anunciando
desde hace meses, se concretaría irremediablemente. El comercio de Mallorca entraría
en un coma irreversible y moriría sin poder remediarlo”.
Es por ello que desde AFEDECO se han mandado diferentes escritos a los representantes públicos, a sindicatos y representantes de diferentes confederaciones empresariales y de comercio. Entre ellos, han recibido la carta, la presidenta de la presidenta de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears, Francina Armengol, el vicepresidente y consejero de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes, el consejero de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, el presidente de la Confederación Española de Comercio, Pedro Campo, el gerente de CAEB, Sergio Bertrán, y los secretarios generales de los sindicatos CCOO y UGT, Silvia Montejano y Antonio Copete, respectivamente. En ellas se refleja la preocupación del sector ante esta decisión de no incluir en la prórroga de los ERTEs al comercio y se les hace una llamada de máximo auxilio para que trasladen al Gobierno de la Nación nuestra preocupación.
En concreto, y tal como recogen estos escritos, “si el sector del comercio en Balears no puede acogerse a esta prórroga su situación, que actualmente es muy crítica, se verá fuertemente perjudicada en sus intereses por lo que un alto porcentaje de sus empresas se verán abocadas al cierre con la pérdida de un importante número de trabajadores”.
En las misivas se hace especial mención al desplome histórico de los índices de confianza de los consumidores, a las caídas de facturación que han alcanzado el 50%, al cierre del 15% de los comercios tras el confinamiento y a que, si ahora no tenemos la protección de los ERTEs, este porcentaje de cierre podría alcanzar el 50%. “¿Se imaginan, por ejemplo, la ciudad de Palma con un 50% de los comercios cerrados? La situación sería apocalíptica, el fin del comercio en su sentido más literal. Miles de familias sin sustento económico porque han cerrado los negocios. No son palabras huecas ni para generar pánico. Es la cruda realidad. Porque detrás de cada propietario de un negocio está su familia, sus trabajadores, las familias de sus trabajadores, proveedores y una cadena de producción que se vería abocada al cierre de su actividad” ha aseverado Gayà.
Por esta razón, señalan desde AFEDECO, "insistimos en que la prórroga se haga por sectores, que se realice con carácter general, y que exista una clara y valiente mediación de los diferentes agentes sociales, económicos y políticos para que se haga un frente común y que se interceda ante el Gobierno de España para que se reconsidere esta propuesta y se incluyan en la prórroga". “Hemos pedido máximo amparo, ahora estamos pendientes del compromiso de las autoridades. No es una cuestión baladí ni sin fundamento, es apostar por la vida o la muerte del sector” ha zanjado Gayà.