Así lo han expuesto este martes la presidenta del Teléfono de la Esperanza en Balears, Antonia Torres, y el portavoz, Lino Salas, con motivo del Día Internacional para la Prevención de la Conducta Suicida, que se celebra este jueves con el lema 'Te regalo una coma, para que sigas escribiendo tu historia'.
Durante la primera mitad del año, en Balears 21 personas llamaron al Teléfono de la Esperanza por ideas suicidas, y tres por crisis suicidas, pero ninguna en mitad de un acto suicida.
Desde la entidad han subrayado que 127 llamantes presentaban factores de riesgo suicida (crisis de proyecto vital, crisis depresiva y/o un trastorno mental grave). A este perfil se le invita a que vuelva a llamar o se les da una cita para que reciban atención de psicólogos o psiquiatras voluntarios del Teléfono de la Esperanza.
Por género, en los últimos diez años se observa una mayor proporción de mujeres en este tipo de llamadas (57,7%). "Las mujeres tienen a lo largo de su vida más intentos de suicidio que los hombres", ha explicado Salas.
Asimismo, el tramo de la mediana edad (de 30 a 45 años) concentra el 45% de las llamadas, si bien desde la organización también han llamado la atención sobre el número de llamantes jóvenes (los de 18 a 29 años son el 12% de las llamadas) o incluso menores de edad (3%).
La duración media de la llamada en casos de temática suicida se sitúa en 28,6 minutos, cuando la media en otro tipo de problemas es de 14 minutos. Salas ha hecho hincapié en la necesidad de "escuchar" y "acoger" a la persona que pide ayuda.
El Teléfono de la Esperanza en Balears es el 717 003 717 y el 971 46 11 12.
En 2019, en todo el año llamaron 1.153 personas, 40 de ellas por temática suicida -dos con acto suicida en curso-. Si se examinan sólo los datos del primer semestre, fueron 576 llamadas, 20 con temática suicida, con lo que se aprecia un ligero incremento en este tipo de llamadas.
Desde el Teléfono de la Esperanza han reconocido que la situación generada por la pandemia de COVID-19 ha tenido efectos sobre las llamadas; en parte porque ha producido "estrés" en muchas personas, si bien como dato positivo recalcan que el confinamiento ha funcionado en cierto modo como "elemento de protección" al promover la convivencia familiar.
En la última década el Teléfono de la Esperanza ha atendido en Balears a 14.701 personas, con 392 llamadas de temática suicida.
Según ha precisado la presidenta, en Balears cuentan con unas 40 personas entre orientadores y profesionales voluntarios. La Comunidad aportó este año ocho psiquiatras y psicólogos a la red nacional de ayuda 'compartevida.es', puesta en marcha durante el confinamiento.
Desde el Teléfono de la Esperanza han insistido en la necesidad de actuar para prevenir las conductas suicidas, del mismo modo que se realizan campañas de seguridad vial o contra la violencia de género. "La conducta suicida se puede evitar", ha declarado Salas.
Así, la organización ha reivindicado un Plan Nacional de Prevención del Suicidio con dotación presupuestaria; potenciar los servicios de salud mental, "hoy al borde del colapso"; desarrollar planes de formación para sanitarios, educadores, trabajadores sociales, efectivos de emergencias y cuerpos de seguridad; y mejorar de forma "sustancial" la recogida de datos estadísticos.
También han animado a los medios de comunicación a ofrecer "información veraz y preventiva, dando visibilidad al problema y a las estrategias preventivas".
Este año, en la campaña por el Día de la Prevención del Suicidio, el Teléfono de la Esperanza ha programado una muestra de cortos cinematográficos temáticos. Además, el 10 de septiembre, de 19.00 a 21.00 horas, habrá un encuentro online de profesionales y afectados y se hará la lectura del manifiesto, todo ello a través del canal de Youtube de la entidad, entre otras actividades.