"Nos jugamos la salud y la economía. Actuaremos donde haga falta y seremos contundentes contra los excesos", ha señalado la presidenta en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con Armengol, habrá "tolerancia 0 con quien incumpla y amenace la seguridad de todos". La presidenta ha recordado que "el compromiso colectivo hace que Baleares tenga una buena evolución epidemiológica: 4,78 casos por 100.000 habitantes".
Según Armengol, para seguir en esta línea se obligará a cerrar los establecimientos en las calles Punta Ballena de Magaluf, Miquel Pellisa y Pare Bartomeu Salvà de Platja de Palma.
Asimismo, se prohíbe en las Islas el uso de pajitas largas y recipientes de bebida compartidos y se aumenta el número de efectivos y de inspecciones para luchar contra las fiestas ilegales, las aglomeraciones y el incumplimiento de aforos y normas sanitarias.
De esta forma, se fijan multas de hasta 600.000 euros y se incluye la posibilidad de cerrar establecimientos durante tres años en caso de infracciones muy graves. También son sancionables comportamientos individuales que pongan en riesgo la salud pública.
"No toleraremos establecimientos y actitudes irresponsables que pongan en peligro la salud de todos y dañen la imagen de Balears, amenazando la reactivación del turismo y la economía", ha indicado.