"Éste es el único recurso de este Govern, prohibir y clausurar todo lo que no saben gestionar ni controlar. Es una medida desproporcionada que refleja la incapacidad de los que nos gobiernan", ha manifestado la portavoz de Cs en el Ajuntament de Calvià, Gäel Thyus.
"Así no desaparecerá el turismo incívico, porque siguen proliferando las fiestas ilegales, los party-boats clandestinos y los botellones en las playas", ha indicado la portavoz de Cs.
En este sentido, Thyus ha declarado que "una cosa es la mano dura y la tolerancia cero hacia los excesos y otra bien distinta, es que paguen justos por pecadores y jugar con la supervivencia de un sector ya muy castigado por la pandemia".
Por su parte, la portavoz de la formación en el Ajuntament de Palma, Eva Pomar, ha expresado su "sorpresa" ante la decisión del Govern. "Es sorprendente que hoy se tome esta medida, cuando ayer el alcalde de Palma y la delegada del Gobierno en Balears anunciaban una colaboración entre Policía Nacional y Policía Local para combatir el turismo de excesos en Playa de Palma", ha explicado.
Finalmente, Pomar ha señalado que "el turismo de excesos es un problema de hace muchos años y se está aprovechando la COVID-19 para atajar una situación que, por su incapacidad para gestionar, se les había descontrolado".
"En lugar de consensuar, obligan a echar el cierre a negocios de los que dependen numerosos trabajadores. El gobierno debe escuchar a las partes implicadas y después tomar medidas proporcionadas y justas, pero está visto que no es su forma de trabajar", ha concluido.
