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El asma, un síndrome que hay que diagnosticar y tratar desde una perspectiva multidisciplinar

La prevalencia del asma en España es del 7% en población general y del 10% en niños. Estos sectores poblacionales sufren algún tipo de asma, una enfermedad que puede generar un deterioro de la calidad de vida y que se asocia con más de mil muertes al año en todo el país.

Hospital Juaneda Miramar ofrece un abordaje, diagnóstico y tratamiento multidisciplinar del asma, a través de dos especialistas, los doctores Alejandro La Rotta, alergólogo, y Hernando Chávez, neumólogo, para un problema de salud que hoy ya es entendido como un síndrome.

Y es que “se ha pasado de entender el asma como una enfermedad (una obstrucción bronquial transitoria más o menos grave, que revertía y evolucionaba a lo largo de la vida) a un síndrome, con diferentes causas, afectaciones y distintos tipos de pacientes”, explican Chávez y La Rotta.

Hoy entendemos al asma como una enfermedad muy heterogénea, con muchos subtipos, que presenta una inflamación crónica de las vías respiratorias. Todos estos tipos de asma comparten síntomas respiratorios variables en tiempo e intensidad”, añaden a este respecto.

Son síntomas comunes las sibilancias en el pecho, la dificultad respiratoria, la tos y/o sensación de opresión torácica. Dado que este término abarca en realidad enfermedades diferentes con síntomas comunes, es por ello descrito como un síndrome y no como una enfermedad única.

Es por eso imprescindible – señalan los dres. La Rotta y Chávez – distinguir diferentes fenotipos (expresiones diferentes de diferentes tipos de asma) para detectar el tipo de asma concreto e instaurar el tratamiento más adecuado a este síndrome” que tiende, además, a ser crónico.

La clasificación del tipo de asma (o fenotipo) ha variado con la ampliación clasificatoria actualmente en uso: “En un principio – recuerda los especialistas de Juaneda – distinguíamos solo 2 fenotipos de asma, alérgica y no alérgica”, algo hoy ampliamente superado.

De acuerdo a la presencia de diferentes células de defensa implicadas “podemos distinguir asmas eosinofílicas (alérgicas y no alérgicas) y no eosinofílicas (divisibles a su vez en asmas con predominio de neutrófilos, asma paucigranulocítica, etcétera)”.

También puede darse otro fenotipo sin el concurso de células del sistema inmune. Además de la presencia o ausencia de estas células, hay otras patologías como obesidad, intolerancia a los anti-inflamatorios o enfermedades pulmonares como la EPOC, pueden ser determinantes.

Fenómenos “como la exposición a químicos que deterioran el pulmón o circunstancias como el estrés, el esfuerzo deportivo o incluso, en algunas personas, la risa, haciendo que a día de hoy el asma deba ser enfocada de una forma multidisciplinaria”, añaden los especialistas.

Ante esta variedad de fenotipos –seis han sido definidos, además de los fenotipos entrecruzados –afinar en el diagnóstico es básico e “importantísima la anamnesis, es decir, lo que el paciente nos cuente y podamos rastrear de sus síntomas, su vida y sus hábitos”.

Una vez se ha realizado la historia clínica a través de esa entrevista, el especialista ya comienza a ver con qué fenotipo se enfrenta, por lo que puede pasar a una serie de pruebas diagnósticas, como son el test de broncodilatación, la espirometría, radiografía o, en algunos, casos el TAC.

Es necesario realizar en algunos casos pruebas de alergia en piel o sangre – detallan los especialistas – y detectar otras enfermedades de base que deban ser controladas (el 70% de los pacientes con asma alérgico tiene rinitis) para una adecuada estratificación en cada paciente”.

Una vez realizado el diagnóstico con el máximo grado de concreción y de diferenciación del paciente, su fenotipo y sus características, se instaurará un tratamiento para el asma que puede ser a base de inhaladores, corticoides, medicamentos orales, o los nuevos biológicos.

Estos nuevos fármacos biológicos se dirigen a bloquear sustancias inflamatorias específicas. “Es importante hacer énfasis en la historia clínica que nos dilucidará si es un caso de asma leve intermitente, moderada, severa, persistente o no y decidir mejor el tratamiento”, explican.

Cuando se habla de inhaladores – añaden los especialistas – hay broncodilatadores de nueva generación asociados o no a corticoides de muy bajas dosis con alta eficacia terapéutica y con menos efectos secundarios, ampliando las opciones de tratamiento en cada paciente”.

Hay que incidir también en las costumbres y hábitos del paciente: “Dejar de fumar; reducir el sobrepeso mejorará de manera importante los síntomas; recalcar el beneficio del ejercicio en el sistema respiratorio y evitar o disminuir la exposición a agentes tóxicos y ambientales”.

La inmunoterapia, la vacuna contra la alergia, puede curar o mejorar la alergia que origina el asma. “La edad del paciente y la presencia de patologías pueden sugerir qué medicamento será el idóneo”, señalan los doctores La Rotta y Chávez, enfatizando la particularidad de cada caso:

Por ejemplo, en la población infantil, el broncoespasmo asociado a virus o en mujeres adultas, con intolerancia a los anti-inflamatorios, pueden ser tratados con un tipo específico de medicamentos llamados anti-leucotrienos (muchas veces conocidos como preventivos)”.

No hay que olvidar la asociación asma y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), conocida popularmente como el enfisema pulmonar, derivada del tabaquismo. Es una enfermedad diferente a otros problemas de asma, que afecta en especial a los bronquios.

La EPOC comparte sintomatología similar, dando lugar a una entidad denominada “solapamiento”. Se presenta en adultos de la manera intermitente o estacional del asma junto con resistencia persistente al flujo de aire a través de los bronquios y con inflamación crónica.

En su diagnóstico y control ayuda mucho la medición de los volúmenes pulmonares y se utilizan básicamente inhaladores en combinación para tratar esta entidad, además de las medidas antes mencionadas”, explica el neumólogo de Juaneda, Dr. Hernando Chávez.

No podemos olvidar en estos momentos la pandemia de COVID19, originada por el coronavirus SARS COV-2, infección viral que como otras “puede desencadenar un episodio asmático, aunque éste no tiene que llevar necesariamente a una neumonía vírica, podría complicarla”.

Pero tal vez – concluye – el factor más importante es el buen control de la enfermedad, que de ser así no pone en mayor riesgo al paciente asmático en relación con la población general en caso de contagio con este coronavirus” si cumple el resto de medidas de seguridad.

 

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , , ,

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