Durante la celebración, Taltavull ha bendecido los óleos de catecúmenos y de enfermos y ha consagrado el Santo Crisma, como se realiza cada año en el Miércoles Santo, aunque ha lamentado que haya sido "en esta situación tan atípica debido a la pandemia global", que ha obligado a llevar a cabo la celebración con las iglesias cerradas.
"Todos unidos y bien presentes espiritualmente en esta nuestra querida sede nos saludamos fraternalmente y no olvidamos de ninguna manera a los que todavía sufren la enfermedad del coronavirus", ha señalado.
Asimismo, el obispo de Mallorca ha explicado que las circunstancias de este año hacen que la bendición del óleo de los enfermos tome "una significación especial". "Durante estas semanas también hemos podido administrar este aceite en el sacramento de la unción de los enfermos, allí donde hemos podido tener acceso debido a las lógicas medidas de seguridad a la hora del contacto con los enfermos del COVID-19", ha indicado.
Por otra parte, Taltavull ha recordado el sufrimiento de las familias que en estos días que no han podido estar junto a los seres queridos y ha señalado que con la bendición del aceite se pide a Dios "que quienes sean ungidos experimenten su protección en el cuerpo y en el espíritu, y sean liberados de su dolor y enfermedades".
Asimismo, el obispo se ha referido a "las relaciones nuevas que genera Jesucristo" y ha mencionado al Papa Francisco quien destaca que las mayores posibilidades de comunicación de las que se disponen actualmente se traducen en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos.