"Mi respuesta es no", ha manifestado Costa durante la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, tras ser preguntada por si el Ejecutivo cree que deberían producirse dimisiones. La portavoz ha añadido que sería "fácil solucionar el problema" si pudiera resolverse "mediante una responsabilidad política traducida en una dimisión".
Igualmente, Costa ha defendido que la llamada a la "prudencia" por parte del Govern "no se debe ver en ningún caso como que se intenten ocultar datos", sino que persigue "preservar la integridad y la intimidad" de los menores afectados.
Además, la portavoz del Govern ha sostenido que tanto responsables políticos como personal técnico ponen "lo mejor de sí mismos" para luchar contra este problema, y ha asegurado que desde el Ejecutivo autonómico se dejarán la piel "para que esta situación mejore".
Dicho esto, Costa ha apuntado que las solicitudes de la oposición reclamando dimisiones son "respetables" pero ha preferido "no alimentar según qué declaraciones" sino "ir a la raíz del problema, que es mucho más complejo".
Costa también ha pedido no "generalizar" y dar "la sensación de que todos los menores tutelados están en una situación de desamparo, porque no es así". Además, ha reclamado "poner el foco" en "perseguir de forma contundente" a los abusadores y promotores de la explotación sexual.
Los casos afectan a menores tutelados por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), dependiente del Consell de Mallorca. En este sentido, Costa ha afirmado que todas las administraciones tienen "una parte de responsabilidad" dentro de sus competencias. En lo que respecta al Govern, ha recordado que aprobó en la legislatura pasada un Plan Autonómico de Lucha contra la trata y prostitución de mujeres y niñas.
La explotación sexual de menores tutelados en Mallorca saltó al debate público a raíz de una violación grupal a una menor tutelada por el IMAS. La agresión sexual se cometió, según fuentes cercanas al caso, en un piso del Camp Redó, en Palma, la pasada Nochebuena. Fueron detenidos siete varones (seis menores y un adulto) y una chica, también menor, que supuestamente habría actuado como enlace y forzado a la víctima a permanecer en la casa donde ocurrieron los hechos.