El Ajuntament mantuvo durante todo el fin de semana reuniones con los Bombers de Palma y la Policía Local con el objetivo de garantizar la máxima seguridad de todos los asistentes ante las previsiones meteorológicas adversas.
A pesar del viento y de la lluvia, Palma aguantó y el Drac de na Coca dio el sus de salida con el encendido del 'fogueró' en la plaça Major. El programa de fiestas sufrió modificaciones y cancelaciones a causa del mal tiempo. Así, no tuvo lugar el carrusel ecuestre de la Policía Montada ni la salida de gigantes y cabezudos prevista en la plaça Major.
El concierto de la plaza Espanya también se tuvo que suspender por el viento, pero el resto de actuaciones arrancaron a pesar del mal tiempo, aunque algunas de ellas, como las de Sa Feixina o la plaça Joan Carles I, también acabaron siendo suspendidas ante el empeoramiento de las condiciones climatológicas.
El hecho de no optar por suspender los actos previstos ante los partes meteorológicos adversos ha sido duramente criticado por formaciones políticas como VOX Baleares, desde donde califican de "temeridad" el hecho de haber mantenido la fiesta, con el riesgo que podría haber supuesto para las personas participantes.
Sea como fuere, la 'revetlla' de 2020 será recordada como una de las más desangeladas en Palma. Y es que según los primeros cálculos, solo 2.000 vecinos salieron a la calle en una noche que habitualmente congrega a unas 30.000 personas. Gloria, su lluvia y su viento, fueron, en esta ocasión, demasiado para el patrón de Ciutat.