"Desde finales de los años setenta todas las políticas van encaminadas al crecimiento del PIB, pero lo que no se tienen en cuenta es que todo crecimiento económico se basa en el consumo de unos recursos finitos", ha asegurado Torres.
La profesora universitaria ha manifestado que "nuestra actividad económica tiene lugar en la biosfera, formamos parte de ella. Necesitamos adquirir recursos en términos de energía, de materiales..., que devolvemos a la biosfera en forma de emisiones y de residuos. Hay un vínculo entre actividad económica y medio ambiente que no podemos obviar".
En su opinión, por tanto, "el crecimiento continuo, año tras año, es una cuestión ilógica. No solo por el hecho de que los recursos son limitados, sino por la generación de unos residuos permanentes que se quedan aquí, en la biosfera, pues todavía no los podemos enviar a Marte".
Torres defiende que es tan importante "estudiar los impactos económicos y la disposición a pagar que tendría la gente para llevar a cabo una política encaminada a reducir el impacto de la actividad económica, como analizar los vínculos que existen entre actividad económica y medio ambiente".