Así lo han manifestado desde el Consell de Menorca, desde donde consideran que la Ley de la Reserva de Menorca sea un instrumento legislativo dotado de cierta complejidad normativa, competencias, institucional y política, pero que resulta fundamental para que Menorca se consolide como reserva y se consigan nuevas metas, en un momento clave para la Isla a nivel económico, social y ambiental.
El Consell quiere que esta normativa sea fruto del consenso social, político e institucional, poniendo de manifiesto que Menorca tiene y tendrá un modelo de desarrollo cuya referencia es la sostenibilidad.
La institución quiere afrontar nuevos retos como hacer frente a la emergencia climática, apostar por la eficiencia energética y la descarbonización, y por un turismo y una movilidad sostenibles, entre otros objetivos.