Juli Dalmau, del PSIB, ha querido poner de manifiesto que "el texto presentado ayer no hace más que recoger el trabajo que se viene haciendo en el Parlament desde la anterior legislatura y tiene la virtud de estar redactado desde abajo hacia arriba, partiendo de la realidad educativa".
Lina Pons, de El Pi, ha pedido a "los dos grandes partidos políticos que tengan altura de miras. Tienen que ser capaces de llegar a acuerdos por el bien de la ciudadanía. La educación es un tema fundamental y va mucho más allá de la lengua".
El representante de Ciudadanos, Marc Pérez-Ribas, por su parte, "asegura que no tiene sentido trabajar en una ley autonómica cuando todavía no se ha llegado a un pacto educativo a nivel nacional. De lo que sí estamos seguros es que bajo ningún concepto deben mezclarse educación y política".
Núria Riera, del PP, ha asegurado que serán "prudentes antes de analizar un texto que el conseller Martí March ni siquiera nos ha querido enseñar. El conseller se ha querido hacer una foto antes de consensuar cualquier tipo de medidas".
Esperança Sans, de Unides Podem, ha querido recordar "que estamos de lleno en el periodo de alegaciones, por lo que todo el mundo está en disposición de enriquecer el texto con sus aportaciones. Hay que hacer un llamamiento a la calma".
La representante de VOX Baleares, Manuela Cañadas, ha sido la más contundente al asegurar que "el Govern solo busca el consenso con entidades independentistas. Estamos bajo la dictadura del catalán y los baleares todavía no son conscientes de que han perdido su lengua".
Miquel Enseñat, de MÉS per Mallorca, no ha podido asistir a la tertulia, pero lo cierto es que su formación mostró ayer su "indignación" al considerar que el texto propuesto no incluye el catalán como lengua vehicular.